Ingredientes

recetas saludables

La tortilla de patatas es mucho más que una simple tortilla; es una institución. Un plato humilde en sus orígenes, elaborado con ingredientes básicos –patatas, huevos, aceite de oliva y, para muchos (¡abrimos debate!), cebolla–, que se ha convertido en una joya culinaria apreciada en toda España y más allá. Se disfruta a cualquier hora: como tapa o pincho en un bar, en un bocadillo para el almuerzo, como segundo plato o incluso como plato único para una cena informal.

Lograr esa tortilla perfecta, con las patatas tiernas y melosas, el huevo justo en el punto de cuajado que más nos guste (desde casi líquida hasta bien firme) y ese sabor inconfundible a aceite de oliva bueno, es todo un arte. Aunque la receta tradicional implica cocinar las patatas sumergidas en aceite, existen técnicas para conseguir un resultado muy similar y delicioso utilizando menos cantidad de grasa. ¡Vamos a descubrir cómo hacer en casa una tortilla de patatas espectacular y un poco más ligera!

Los Pilares de la Tortilla: Patata, Huevo, Cebolla (o no) y Aceite de Oliva

La calidad y preparación de estos ingredientes son la base del éxito:

  • Patatas: No todas las patatas sirven igual. Necesitamos una variedad que sea buena para cocer/freír, que se ablande bien pero mantenga cierta integridad. Variedades como la Kennebec, Monalisa, Agria o Spunta suelen dar buenos resultados. La cantidad dependerá del tamaño de la sartén y de cuántas personas coman (calcula unas 2-3 patatas medianas por persona si es plato principal).

    • El Corte: Es fundamental cortarlas en láminas finas y uniformes. Una mandolina es la herramienta ideal para esto, pero con un cuchillo afilado y paciencia también se consigue. Un grosor de 2-3 mm está bien. Algunas personas las cortan en dados pequeños o las «chascan», pero el corte en láminas finas (panadera) es el más clásico para que se cocinen bien y se integren con el huevo.

    • ¿Lavar o no lavar? Lavar las patatas cortadas elimina parte del almidón, haciendo que queden más sueltas. No lavarlas ayuda a que el almidón contribuya a ligar la tortilla. Es cuestión de gustos, aunque lo más tradicional suele ser no lavarlas después de cortarlas.

  • Huevos: La proporción es clave. Necesitamos suficientes huevos para cubrir y ligar bien las patatas, pero sin que el resultado sepa predominantemente a huevo. Una buena regla general es usar 1 huevo grande (L) por cada patata mediana/grande utilizada, y quizás uno extra «para la sartén». Deben ser frescos y de buena calidad. Bátelos en un bol grande justo hasta que la clara y la yema estén mezcladas, sin incorporar demasiado aire (no queremos una tortilla francesa esponjosa). Sazona los huevos batidos con sal.

  • Cebolla (El Eterno Debate): ¿Tortilla con o sin cebolla? Es la gran pregunta que divide a España. Los «concebollistas» argumentan que aporta un dulzor y una jugosidad imprescindibles. Los «sincebollistas» prefieren el sabor más puro de la patata y el huevo. ¡Ambas opciones son válidas y deliciosas! Si decides usarla, elige una cebolla dulce, córtala en juliana fina (tiras finas) y cocínala lentamente junto con las patatas para que quede muy blanda y caramelizada.

  • Aceite de Oliva: Imprescindible para el sabor auténtico. Usa un buen Aceite de Oliva Virgen o Virgen Extra. La diferencia principal en nuestra versión «ligera» estará en la cantidad y el método de cocción de las patatas.

El Secreto (Ligero) está en la Patata: Métodos de Cocción Alternativos

La forma tradicional es freír/confitar las patatas lentamente en abundante aceite. Para una versión más ligera, podemos:

  1. Método «Pochado Ligero» (Recomendado para Sabor más Cercano):

    • Calienta una cantidad moderada de aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio-bajo (suficiente para cubrir bien el fondo y que las patatas se cocinen, pero sin nadar en él como en una freidora; calcula quizás 1 cm de altura).

    • Añade las patatas laminadas y la cebolla en juliana (si usas). Sazona con sal.

    • Cocina a fuego bajo/medio-bajo, tapado parcialmente, removiendo con cuidado de vez en cuando para que no se peguen y se cocinen uniformemente. El objetivo es que las patatas se ablanden y se confiten lentamente en el aceite, quedando tiernas y melosas, pero sin dorarse ni ponerse crujientes. Esto puede llevar entre 15 y 25 minutos. Comprueba pinchando con un tenedor.

    • ¡Escurrido Fundamental! Una vez tiernas, vierte todo el contenido de la sartén en un colador grande colocado sobre un bol. Deja que escurra muy bien durante varios minutos, presionando suavemente con una espumadera para eliminar la mayor cantidad posible de aceite. Puedes reservar 1-2 cucharadas de este aceite infusionado para cuajar la tortilla después.

  2. Otros Métodos (Alternativas más Ligeras, Sabor Diferente):

    • Microondas/Vapor: Cocina las patatas laminadas (con o sin cebolla) al vapor o en el microondas (tapadas, con unas gotas de agua) hasta que estén casi tiernas. Luego, saltéalas brevemente en una sartén con un poco de aceite y cebolla (si no la cociste antes) para darles algo de sabor antes de mezclarlas con el huevo.

    • Horno/Air Fryer: Mezcla las patatas y cebolla laminadas con una cantidad mínima de aceite, sal y pimienta. Extiéndelas en una bandeja de horno o en la cesta de la freidora de aire y cocínalas hasta que estén tiernas. El resultado será más seco y menos «meloso» que el tradicional o el pochado ligero.

La Mezcla y el Cuajado: El Corazón de la Tortilla

  1. La Mezcla Mágica: Una vez las patatas (y cebolla) estén cocinadas y bien escurridas, añádelas calientes o templadas al bol donde tienes los huevos batidos con sal. Mezcla suavemente con una espátula o cuchara.

  2. El Reposo: Deja que esta mezcla repose durante unos 10-15 minutos fuera del fuego. Este paso es importante: las patatas calientes absorben parte del huevo, se impregnan de sabor y ayudan a que la tortilla quede más cohesionada y jugosa.

  3. El Cuajado: Elige una buena sartén antiadherente del tamaño adecuado (unos 20-24 cm de diámetro para 5-6 huevos suele ir bien). Calienta 1-2 cucharadas del aceite reservado (o aceite limpio) a fuego medio-bajo. Cuando esté caliente, vierte la mezcla de huevo y patata en la sartén, distribuyéndola uniformemente.

  4. Cocción Lenta: Baja el fuego a bajo o medio-bajo. Deja que la tortilla se cuaje lentamente. Puedes pasar una espátula por los bordes para asegurarte de que no se pegan y para darles forma redondeada. Agita suavemente la sartén de vez en cuando para comprobar que no se pega por el fondo. El tiempo de cocción por este lado dependerá de cómo te guste de cuajada por dentro (entre 5 y 10 minutos). Si la quieres muy jugosa, el centro debe quedar visiblemente líquido/tembloroso. Si la prefieres bien hecha, déjala más tiempo hasta que esté casi completamente cuajada.

El Momento Cumbre: Cómo Darle la Vuelta (¡Sin Miedo!)

Es el paso que más respeta impone, pero con decisión y la herramienta adecuada, es fácil:

  1. Asegúrate de que la tortilla esté suficientemente cuajada por la base y los bordes como para no deshacerse.

  2. Cubre la sartén con un plato llano grande (más grande que el diámetro de la sartén) o un «vuelve tortillas» (tapa especial para este fin).

  3. Sujeta el plato firmemente contra la sartén con una mano (protegida con un paño si el plato no tiene borde) y el mango de la sartén con la otra.

  4. Con un movimiento rápido, decidido y fluido, dale la vuelta al conjunto sartén-plato sobre el fregadero (por si gotea algo de huevo crudo). La tortilla quedará sobre el plato.

  5. Ahora, desliza suavemente la tortilla desde el plato de nuevo a la sartén, para que se cocine por el otro lado (el que estaba hacia arriba).

  6. Cocina por este segundo lado solo 1-3 minutos, dependiendo de si la quieres más o menos cuajada por dentro. Puedes usar la espátula para redondear los bordes y darle una forma bonita.

Ingredientes Detallados (para tortilla mediana, 4-6 pinchos):

  • 500-600g de patatas (unas 3-4 medianas) tipo Kennebec, Monalisa o similar

  • 6 huevos L

  • 1 cebolla mediana (unos 150g), opcional

  • Aceite de oliva virgen o virgen extra (aprox. 1/2 – 3/4 taza / 120-180ml para el pochado ligero)

  • Sal (al gusto)

Equipamiento:

  • Sartén antiadherente de buena calidad (20-24 cm diámetro)

  • Bol grande

  • Colador grande

  • Espumadera o espátula

  • Plato llano grande o vuelve tortillas

  • Mandolina (opcional, para cortar patatas)

Elaboración Paso a Paso: Dominando la Tortilla Española

  1. Preparar Patatas y Cebolla: Pela las patatas y córtalas en láminas finas y uniformes. Pela y corta la cebolla en juliana fina (si la usas).

  2. Cocinar Patatas/Cebolla (Pochado Ligero): Calienta el aceite (cantidad moderada) en la sartén a fuego medio-bajo. Añade las patatas, la cebolla (si usas) y una buena pizca de sal. Remueve para cubrir con aceite. Tapa parcialmente y cocina a fuego bajo/medio-bajo, removiendo suavemente de vez en cuando, hasta que las patatas estén muy tiernas (15-25 min).

  3. Escurrir Muy Bien: Vierte el contenido de la sartén en un colador sobre un bol. Deja escurrir varios minutos, presionando ligeramente para eliminar el máximo aceite posible. Reserva 1-2 cucharadas de ese aceite para cuajar la tortilla.

  4. Mezclar y Reposar: Bate los huevos en un bol grande con sal. Añade las patatas y cebolla escurridas y aún calientes/templadas. Mezcla con cuidado para no romper mucho las patatas. Deja reposar la mezcla durante 10-15 minutos.

  5. Cuajar (Lado 1): Calienta 1 cucharada del aceite reservado (o aceite limpio) en la sartén antiadherente (la misma, limpia si es necesario) a fuego medio-bajo. Vierte la mezcla de huevo y patata, distribúyela bien. Baja el fuego y cocina lentamente hasta que los bordes estén cuajados y la base dorada (5-10 min). Mueve la sartén para asegurar que no se pega.

  6. Dar la Vuelta: Cubre la sartén con el plato/vuelve tortillas. Gira el conjunto con decisión.

  7. Cuajar (Lado 2): Desliza la tortilla de nuevo en la sartén. Redondea los bordes con la espátula. Cocina 1-3 minutos más por este lado, según el punto de cuajado deseado.

  8. Servir: Desliza la tortilla sobre un plato limpio. Deja que repose unos minutos antes de cortarla en porciones (pinchos) o servirla entera.

Consejos para una Tortilla de Patatas de Categoría:

  • Corte Uniforme: Patatas bien laminadas.

  • Pochado Lento: Patatas tiernas, no fritas ni doradas.

  • ¡Escurrir Bien el Aceite! Clave para que no quede grasienta.

  • Reposo de la Mezcla: Mejora la textura y sabor.

  • Sartén Antiadherente: Imprescindible. Elige el tamaño según el grosor deseado.

  • Fuego Lento: Para que se cuaje bien por dentro sin quemarse por fuera.

  • La Vuelta: ¡Decisión y rapidez!

  • El Punto de Cuajado: Es personal, experimenta hasta encontrar el tuyo.

Variaciones sobre un Clásico:

Aunque la clásica (con o sin cebolla) es insuperable, existen variantes:

  • Con Pimiento Verde: Añade pimiento verde tipo italiano cortado en tiras finas a pochar junto con la patata y cebolla.

  • Con Calabacín: Sustituye parte de las patatas por calabacín en láminas finas (se cocina más rápido).

  • Con Chorizo: Añade dados de chorizo curado al final del pochado de las patatas (aporta mucha grasa y sabor).

  • Tortilla Paisana: Suele llevar guisantes, pimiento rojo y a veces dados de jamón o chorizo.

Cómo Disfrutarla: Mil y Una Maneras

  • Caliente: Recién hecha, con el centro jugoso… sublime.

  • Templada: Quizás como más se aprecia su sabor.

  • Fría: A temperatura ambiente (no de la nevera), es perfecta para llevar.

  • En Pincho o Tapa: Cortada en dados, a menudo servida sobre un trozo de pan.

  • En Bocadillo: Un clásico «bocata de tortilla», ¡un manjar!

  • Plato Principal: Acompañada de una ensalada verde o unos pimientos asados.

Conservación:

La tortilla de patatas está deliciosa al día siguiente. Guárdala en un plato cubierta con film transparente en la nevera (aunque está mejor si la dejas atemperar antes de comerla fría). Aguanta bien 2-3 días. Se puede recalentar suavemente en el microondas (con cuidado de no resecarla) o incluso unos segundos en la sartén.

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