
Ingredientes
recetas saludables
La tarta de queso o cheesecake es uno de los postres más queridos y universales. Su textura cremosa y su sabor suave la convierten en una tentación difícil de resistir. Sin embargo, las versiones tradicionales suelen ser bastante densas y calóricas. ¡Pero tenemos buenas noticias! Es totalmente posible disfrutar de una tarta de queso deliciosa con una textura increíble utilizando ingredientes más ligeros y sin necesidad de encender el horno.
Esta receta te guiará para preparar una tarta de queso fría, más ligera y saludable, donde una base crujiente de avena y frutos secos acoge un relleno sedoso a base de yogur griego y queso crema ligero, con el toque irresistible y el color vibrante de las frambuesas frescas y un coulis casero. Es un postre refrescante, elegante y sorprendentemente fácil de preparar, ideal para cualquier ocasión.
La Base Saludable: Crujiente de Avena, Frutos Secos y Dátiles (Sin Horno)
En lugar de la clásica base de galletas trituradas con mantequilla, crearemos una base más nutritiva y llena de sabor:
Ingredientes Clave:
Copos de Avena Integrales: Aportan fibra y una textura agradable.
Frutos Secos Crudos: Almendras o nueces son ideales. Aportan grasas saludables y un sabor delicioso.
Dátiles Medjool (Sin Hueso): Son el aglutinante y endulzante natural perfecto para bases sin horno. Su textura pegajosa une los ingredientes. Si están un poco secos, remójalos unos minutos en agua caliente.
Grasa (Mínima y Opcional): 1-2 cucharadas de aceite de coco virgen extra derretido pueden ayudar a compactar más la base, pero a menudo no es necesario si los dátiles son jugosos.
Líquido (Si es necesario): Unas gotas del agua de remojo de los dátiles o agua normal si la mezcla está muy seca.
Sal: Una pizca para realzar los sabores.
Elaboración de la Base:
En un procesador de alimentos, tritura primero los frutos secos (almendras/nueces) y los copos de avena hasta obtener una harina gruesa o migas finas.
Añade los dátiles deshuesados y la pizca de sal. Vuelve a procesar hasta que los dátiles se integren y la mezcla empiece a aglutinarse y a sentirse pegajosa al presionarla entre los dedos.
Si la mezcla está muy seca y no se une, añade el aceite de coco derretido (opcional) o 1-2 cucharaditas de agua y procesa un poco más.
Vierte esta mezcla en la base de un molde desmontable (de unos 18-20 cm de diámetro), preferiblemente con la base forrada con papel de hornear para facilitar el desmoldado.
Presiona muy firmemente la mezcla contra la base del molde, usando el fondo de un vaso o una cuchara para que quede bien compacta y nivelada.
Refrigera la base en la nevera durante al menos 30 minutos (o en el congelador 15 minutos) mientras preparas el relleno, para que se endurezca.
El Relleno Cremoso y Ligero: El Secreto del Yogur Griego y el Agar-Agar
Para conseguir esa textura cremosa característica de la tarta de queso sin usar cantidades ingentes de nata y queso graso, recurriremos a una mezcla inteligente y un gelificante natural:
La Base Láctea Ligera:
Queso Crema Light: Busca un queso crema para untar bajo en grasa. Aporta el sabor clásico a queso.
Yogur Griego Natural 0% MG (o Bajo en Grasa): Imprescindible que sea griego y espeso para aportar cremosidad y cuerpo sin exceso de suero. Su acidez equilibra el dulzor. Asegúrate de que sea natural y sin azúcar añadido.
Proporción: Una mezcla de mitad yogur griego y mitad queso crema light suele funcionar bien. Bátelos juntos hasta que estén suaves y sin grumos.
Endulzante Natural y Sabor:
Usa una cantidad moderada de sirope de arce, sirope de agave o incluso pasta de dátil para endulzar. Empieza con menos cantidad y ajusta a tu gusto.
Extracto de Vainilla y ralladura fina de limón son casi obligatorios para darle ese aroma clásico y fresco. Un chorrito de zumo de limón también potencia el sabor.
El Gelificante Natural: Agar-Agar (¡Clave para el No-Horno!)
El agar-agar es un polvo derivado de algas marinas que actúa como gelificante vegetal (¡es vegano!). Es lo que permitirá que nuestra tarta de queso sin horno cuaje y tenga una textura firme pero cremosa, similar a la horneada.
Cómo usarlo (¡Sigue las instrucciones del paquete!): Generalmente, se debe disolver el polvo de agar-agar (la cantidad suele ser pequeña, unos 2-4 gramos para esta cantidad de relleno) en un líquido frío (un poco de agua, leche vegetal o el propio suero del yogur si lo tuviera) en un cazo pequeño. Luego, se lleva a ebullición suave, removiendo constantemente, y se deja hervir durante 1-2 minutos para activarlo. Es crucial que hierva ese tiempo. Después, hay que dejarlo enfriar ligeramente (¡solo un minuto o dos, no debe empezar a gelificar en el cazo!) antes de incorporarlo al resto del relleno.
Incorporación: Vierte el líquido de agar-agar ligeramente enfriado sobre la mezcla de yogur y queso mientras bates constantemente (con varillas manuales o eléctricas a baja velocidad). Hay que hacerlo rápido y mezclar muy bien para que se distribuya uniformemente antes de que empiece a cuajar.
Alternativa Vegana: Si prefieres una versión totalmente vegana, puedes sustituir el yogur y queso crema por una crema de anacardos (como la de la receta de tartaletas anterior, quizás ajustando el líquido) y usar el agar-agar para asegurar el cuajado.
El Toque Frutal: Frambuesas Frescas y Coulis Casero
Frambuesas Frescas: Son la estrella del topping. Elígelas maduras, brillantes y sin golpes. Lávalas con mucha suavidad justo antes de usar.
Coulis de Frambuesa (Para el Interior y/o Decorar):
Tritura un puñado de frambuesas (frescas o congeladas) con una batidora.
Opcionalmente, puedes pasar el puré por un colador fino para eliminar las pepitas.
Pruébalo. Si las frambuesas están muy ácidas, puedes añadir una cucharadita mínima de sirope de arce o tu endulzante preferido, pero intenta mantenerlo lo más natural posible.
Este coulis lo usaremos para crear un efecto marmolado dentro del relleno y/o para decorar por encima.
Ingredientes Detallados (para molde desmontable de 18-20 cm):
Para la Base:
1 taza (unos 90g) de copos de avena integrales
1/2 taza (unos 60g) de almendras o nueces crudas
1/2 taza (unos 80g) de dátiles Medjool deshuesados (unas 6-8 unidades)
Pizca de sal
Opcional: 1 cda. de aceite de coco derretido o agua
Para el Relleno:
1 taza (unos 250g) de queso crema light
1 taza (unos 250g) de yogur griego natural 0% MG, espeso
1/3 a 1/2 taza (80-120ml) de sirope de arce (o al gusto)
1 cucharadita de extracto de vainilla
Ralladura fina de 1 limón + 1 cda. de zumo de limón
1 cucharadita (unos 2-3g) de agar-agar en polvo
3 cucharadas soperas de agua o leche vegetal fría (para disolver el agar)
Para el Coulis y Topping:
1 taza (unos 125g) de frambuesas (frescas o congeladas) para el coulis (+ opcional 1 cdta sirope)
1 taza (unos 125g) de frambuesas frescas para decorar
Equipamiento:
Molde desmontable (18-20 cm)
Papel de hornear
Procesador de alimentos (para la base)
Batidora eléctrica o varillas manuales (para el relleno)
Cazo pequeño (para el agar-agar)
Batidora pequeña o tenedor (para el coulis)
Espátula de silicona
Elaboración Paso a Paso: Tarta de Queso sin Horno (¡Fácil y Deliciosa!)
Preparar la Base: Procesa avena y frutos secos hasta hacer migas. Añade dátiles y sal, procesa hasta que se una. Si es necesario, añade aceite de coco o agua. Presiona firmemente sobre la base del molde forrado. Refrigera mientras preparas el resto.
Preparar Coulis (Opcional): Tritura las frambuesas para el coulis (con o sin endulzante). Pasa por un colador si quieres eliminar pepitas. Reserva.
Preparar el Relleno Base: En un bol grande, bate con varillas (eléctricas o manuales) el queso crema light y el yogur griego hasta que estén suaves y sin grumos. Añade el sirope de arce, la vainilla, la ralladura y el zumo de limón. Mezcla bien.
Activar el Agar-Agar: En un cazo pequeño, disuelve el polvo de agar-agar en las 3 cucharadas de agua o leche vegetal fría. Llévalo a fuego medio-bajo y, sin dejar de remover, calienta hasta que rompa a hervir suavemente. Mantén el hervor suave, removiendo, durante 1-2 minutos. Retira del fuego y deja enfriar solo 1 minuto (¡que no cuaje!).
Incorporar Agar al Relleno: Vierte el líquido de agar-agar caliente (pero no hirviendo) sobre la mezcla de yogur y queso, batiendo enérgicamente con las varillas sin parar para que se integre rápida y homogéneamente.
Montar la Tarta: Saca la base fría de la nevera. Vierte aproximadamente la mitad del relleno sobre la base. Con una cucharita, distribuye pegotes del coulis de frambuesa reservado por encima del relleno. Con la punta de un cuchillo o un palillo, haz suaves remolinos para crear un efecto marmolado (sin mezclar demasiado).
Terminar de Rellenar: Vierte con cuidado el resto de la mezcla de yogur y queso por encima, cubriendo el coulis. Alisa la superficie con una espátula.
Refrigerar para Cuajar: Tapa el molde holgadamente con film transparente (sin que toque la superficie) o con su tapa. Refrigera en la nevera durante al menos 4-6 horas, o idealmente toda la noche, hasta que la tarta esté completamente firme y bien cuajada gracias al agar-agar.
Decorar y Servir: Una vez cuajada, pasa con cuidado un cuchillo fino por el borde interior del molde antes de abrir el cierre y retirar el aro desmontable. Decora la superficie de la tarta con abundantes frambuesas frescas. Si te sobró coulis, puedes rociar un poco por encima o servirlo aparte. Corta en porciones y sirve fría.
Consejos para una Tarta de Queso sin Horno Perfecta:
Base Bien Compacta: Presiona firmemente para que no se desmorone.
Yogur Griego Espeso: Es clave para la textura del relleno.
Agar-Agar: Sigue las Instrucciones: Disolver en frío, hervir 1-2 min, enfriar ligerísimamente y mezclar rápido y bien.
Paciencia con el Frío: Necesita tiempo suficiente en la nevera para cuajar del todo. ¡Mínimo 4 horas!
Molde Desmontable: Facilita enormemente el desmoldado.
Decoración Final: Las frambuesas frescas aportan el toque final de color y sabor.
Variaciones:
Otras Frutas: Usa fresas, arándanos, moras, mango o melocotón en lugar de frambuesas (tanto para el coulis como para decorar).
Base Diferente: Prueba con nueces pecanas o avellanas en la base. Añade una cucharada de cacao puro en polvo para una base de chocolate.
Relleno con Otro Sabor: Añade puré de mango o maracuyá al relleno (quizás necesites ajustar el agar). Ralladura de lima en lugar de limón.
Versión Vegana: Prepara el relleno con anacardos remojados y batidos (como en la receta de tartaletas) en lugar de yogur/queso, usando agar-agar para cuajar.
Conservación:
Esta tarta de queso sin horno se conserva muy bien en la nevera, tapada, durante 3-4 días. Es un postre ideal para preparar con antelación.