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recetas saludables

¿A quién no le apetece una quesadilla caliente, doradita y llena de queso fundido y un relleno sabroso? Es uno de esos platos reconfortantes y fáciles que solucionan una comida o cena en cuestión de minutos. Originarias de México, las quesadillas son increíblemente adaptables, pero su esencia reside en una tortilla doblada que abraza un relleno donde el queso es protagonista.

Aunque a veces pueden ser pesadas si se abusa del queso o se fríen, hoy te traemos una versión casera más ligera y equilibrada, pero igualmente deliciosa. Rellenaremos nuestras quesadillas con pollo tierno desmechado o en dados, granos de maíz dulce y pimientos salteados llenos de color, usando una cantidad moderada de queso para ligar y dar sabor. Acompañadas de una salsa fresca casera, son una opción fantástica para un almuerzo divertido, una cena rápida o incluso para cortar en triángulos y servir como aperitivo en una reunión informal. ¡Prepárate para disfrutar del auténtico sabor mexicano en casa!

La Base: Tortillas Flexibles y Queso Fundente (¡Con Moderación!)

Dos elementos son la esencia de la quesadilla:

  • Tortillas: Son el envoltorio. Tienes dos opciones principales:

    • Tortillas de Maíz: Son la opción más auténtica y tradicional mexicana. Aportan un sabor característico y suelen ser de grano entero. Pueden ser un poco más frágiles, por lo que es fundamental calentarlas bien justo antes de usarlas para que se vuelvan flexibles y no se rompan al doblarlas. Suelen ser más pequeñas, así que quizás necesites hacer más unidades.

    • Tortillas de Trigo Integral: Son más grandes, flexibles y fáciles de manejar, ideales si quieres hacer quesadillas más grandes para compartir o cortar en porciones. Busca las que sean 100% integrales.

    • Calentamiento: Pásalas unos segundos por lado en una sartén caliente y seca (comal) hasta que estén blandas, o envuélvelas en un paño húmedo y caliéntalas brevemente en el microondas.

  • Queso: Es el «queso» de la quesadilla, ¡imprescindible! Debe ser un queso que funda bien. Algunas opciones:

    • Quesos Mexicanos (si los encuentras): Oaxaca (quesillo) es el tradicional, se deshebra y funde maravillosamente. Chihuahua o Asadero también son buenas opciones.

    • Quesos Comunes que Funden Bien: Mozzarella (idealmente baja en grasa o «part-skim»), Monterey Jack, Cheddar suave, o una mezcla de quesos rallados para quesadillas/pizza.

    • Versión Ligera: Usa quesos bajos en grasa si los encuentras y, sobre todo, sé moderado con la cantidad. No hace falta inundar la quesadilla; una capa que cubra la mitad de la tortilla y ayude a «pegar» el relleno es suficiente para dar sabor y textura. El queso rallado se distribuye y funde más fácilmente.

El Relleno Sabroso: Pollo Desmechado, Maíz Dulce y Pimientos Salteados

Un relleno lleno de sabor y color:

  • Pollo Cocido: La forma más fácil es usar sobras de pollo asado o a la plancha, desmenuzándolo o cortándolo en dados pequeños. También puedes cocer una pechuga de pollo en caldo o agua y luego desmecharla. O, si lo prefieres, corta pechuga cruda en dados pequeños, sazónala con especias de estilo mexicano (ver abajo) y saltéala rápidamente en una sartén hasta que esté hecha.

  • Maíz Dulce: Aporta un toque de dulzor y una textura agradable. Puedes usar maíz congelado (descongelado previamente), maíz fresco (desgranado de la mazorca y salteado brevemente) o maíz de lata (elige la opción sin sal añadida y escúrrelo bien).

  • Pimientos y Cebolla Salteados: Son la base aromática del relleno. Corta pimiento (rojo, verde, amarillo… ¡o una mezcla!) y cebolla en dados pequeños (brunoise). Sofríelos en una sartén con una mínima cantidad de aceite hasta que estén tiernos pero aún con un toque crujiente («al dente»). Añade un diente de ajo picado al final del sofrito.

  • Especias Clave: Para darle el toque mexicano al relleno (ya sea al saltear el pollo crudo o al saltear las verduras), usa una mezcla de: comino molido, pimentón (dulce o una pizca de picante/chile en polvo), ajo en polvo, cebolla en polvo (opcional), una pizca de orégano seco. Sal y pimienta negra.

  • Opcionales: Puedes añadir a la mezcla de verduras unos frijoles negros (de bote, bien enjuagados y escurridos) o unos trocitos de jalapeño fresco picado si te gusta el picante.

El Toque Final: Salsas Frescas para Acompañar (Imprescindibles)

Una quesadilla pide a gritos una buena salsa para mojar o acompañar. Opciones saludables:

  • Pico de Gallo: La salsa fresca por excelencia (tomate, cebolla, cilantro, chile opcional, lima, sal). Aporta frescura y acidez. ¡Prepárala casera!

  • Guacamole Sencillo: Aguacate machacado con zumo de lima, sal, cilantro picado y un poco de cebolla picada. Aporta cremosidad y grasas saludables.

  • «Crema» Ligera de Yogur: Mezcla yogur griego natural sin azúcar con un chorrito de zumo de lima y una pizca de sal. Un sustituto fresco y ligero de la crema agria.

  • Salsa Roja o Verde Casera: Puedes asar tomates (roja) o tomatillos verdes, cebolla, ajo y chile, y luego licuarlos con cilantro y sal.

Ingredientes Detallados (para 2 quesadillas grandes / 2-4 personas):

  • 2 tortillas de trigo integral grandes (o 4-6 de maíz)

  • 1 pechuga de pollo cocida y desmechada/en dados (unos 150g)

  • 1/2 taza de granos de maíz (cocido, de lata sin sal o congelado)

  • 1/2 pimiento rojo, en dados pequeños

  • 1/4 cebolla, picada fina

  • 1 diente de ajo, picado fino

  • 1 cucharadita de AOVE (para saltear)

  • Especias (para el salteado): 1/2 cdta comino molido, 1/2 cdta pimentón, pizca de chile en polvo (opcional), sal, pimienta.

  • 1/2 a 3/4 taza (unos 60-80g) de queso rallado que funda bien (Mozzarella light, Monterey Jack light…)

  • Para acompañar: Pico de gallo, guacamole o crema de yogur (ver secciones anteriores).

Equipamiento:

  • Sartén grande o plancha (para la quesadilla)

  • Sartén mediana (para el relleno)

  • Espátula ancha

  • Cuchillo afilado, tabla de cortar

  • Boles para mezclas y salsas

Elaboración Paso a Paso: Del Relleno a la Quesadilla Dorada y Fundente

  1. Preparar el Relleno: Si no tienes pollo cocido, córtalo en dados, sazónalo con parte de las especias y saltéalo hasta que esté hecho; reserva. Calienta la cucharadita de AOVE en la sartén mediana a fuego medio. Sofríe la cebolla y el pimiento picados hasta que estén tiernos (unos 5 minutos). Añade el ajo picado y cocina 1 minuto más. Incorpora el maíz, el pollo cocido (si lo usas), el resto de las especias (comino, pimentón, chile…), sal y pimienta. Saltea todo junto un par de minutos para que se mezclen los sabores. Retira del fuego y reserva.

  2. Preparar Salsas y Acompañamientos: Mientras se hace el relleno o justo después, prepara el pico de gallo, el guacamole sencillo o la crema de yogur que vayas a usar.

  3. Calentar la Tortilla: Calienta la sartén grande o plancha (limpia, sin aceite) a fuego medio. Coloca una tortilla y caliéntala unos 20-30 segundos por cada lado, solo hasta que esté blanda y manejable. Déjala en la sartén.

  4. Montar la Quesadilla: Espolvorea la mitad del queso rallado sobre una mitad de la tortilla caliente. Reparte la mitad de la mezcla de pollo, maíz y pimientos sobre el queso. Opcionalmente, puedes poner un poco más de queso por encima del relleno (ayuda a que se pegue todo al fundir).

  5. Doblar y Cocinar: Con cuidado, dobla la mitad vacía de la tortilla sobre el relleno, formando una media luna. Presiona suavemente con la espátula.

  6. Dorar por Ambos Lados: Cocina la quesadilla durante 2-4 minutos por cada lado, a fuego medio o medio-bajo. Presiona ocasionalmente con la espátula para ayudar a que el queso se funda y la tortilla se dore. Dale la vuelta con cuidado cuando un lado esté dorado y crujiente. El objetivo es que el queso esté completamente derretido y la tortilla dorada por fuera. Vigila que no se queme.

  7. Repetir: Retira la primera quesadilla y repite el proceso con la segunda tortilla y el resto del relleno y queso.

  8. Servir: Coloca las quesadillas en una tabla de cortar. Espera un minuto antes de cortarlas en 2 ó 3 triángulos (cuñas). Sírvelas inmediatamente, acompañadas de tus salsas favoritas (pico de gallo, guacamole, crema de yogur) y unos gajos de lima.

Consejos para Quesadillas Perfectas (y Ligeras):

  • No Rellenar en Exceso: Si pones demasiado relleno, será difícil doblarla, cocinarla uniformemente y comerla sin que se desparrame todo.

  • Fuego Medio: Cocina a fuego medio o medio-bajo para dar tiempo a que el queso se derrita bien sin que la tortilla se queme por fuera.

  • Queso Rallado Mejor: Se distribuye y funde más uniformemente que las lonchas gruesas.

  • Modera el Queso: No hace falta una tonelada para que esté rica y cumpla su función de «pegamento».

  • Tortillas Calientes: Esenciales para que no se agrieten al doblarlas.

  • Presión Suave: Ayuda a que todo se compacte y el queso se derrita por contacto.

Variaciones Saludables:

  • Quesadilla Vegetariana: Sustituye el pollo por frijoles negros refritos caseros (sin manteca), champiñones salteados o tofu desmenuzado y especiado. Añade espinacas frescas al relleno.

  • Quesadilla de Gambas/Camarones: Usa camarones cocidos y picados o salteados rápidamente (como en la receta anterior) en lugar del pollo.

  • Con Aguacate Dentro: Añade unas finas láminas de aguacate dentro de la quesadilla antes de doblarla (combina genial con el queso fundido).

  • Diferentes Verduras: Prueba con calabacín salteado, granos de edamame, o pimiento poblano asado y en tiras (si lo encuentras).

Conservación:

Las quesadillas están en su punto óptimo recién hechas, calientes, crujientes y con el queso bien fundido. Si te sobran, puedes guardarlas en la nevera y recalentarlas al día siguiente en una sartén seca a fuego bajo, o en el horno, para intentar recuperar algo del crujiente (en el microondas quedarán blandas).

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