En una olla grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Agrega la cebolla picada y el ajo, y cocina hasta que estén tiernos y fragantes, aproximadamente 3-4 minutos.

Añade la zanahoria y el pimiento rojo a la olla. Cocina por unos 5 minutos más, hasta que las verduras estén ligeramente tiernas.

Agrega los tomates picados a la olla y mezcla todo bien. Cocina por unos 5 minutos, revolviendo ocasionalmente.

Vierte el caldo de verduras o agua en la olla, asegurándote de cubrir todos los ingredientes. Si decides utilizar caldo de verduras, asegúrate de que sea bajo en sodio para mantener la sopa saludable.

Lleva la sopa a ebullición y luego reduce el fuego a medio-bajo. Tapa la olla y deja que la sopa hierva a fuego lento durante unos 15-20 minutos, o hasta que las verduras estén completamente tiernas.

Una vez que las verduras estén cocidas, retira la olla del fuego y deja que la sopa se enfríe un poco.

Usa una licuadora o una batidora de inmersión para mezclar la sopa hasta obtener una textura suave y homogénea.

Vuelve a colocar la sopa en la olla y caliéntala a fuego medio. Si encuentras que la sopa está demasiado ácida debido a los tomates, puedes agregar una cucharadita de azúcar para equilibrar los sabores.

Prueba la sopa y sazona con sal y pimienta al gusto.

Sirve la sopa de tomate caliente, decorada con hojas de albahaca fresca o perejil picado si lo deseas.